RAZONES PARA SER MONÓGAMO (O NO)
¿Es la monogamia algo común en la Naturaleza? Bueno, hay de todo. Tenemos animales que no son monógamos en absoluto; al contrario, practican con saña la promiscuidad porque esa estrategia es la que evolutivamente les funciona mejor para perpetuar sus genes. Otras especies optan por la monogamia, porque también tiene sus ventajas hacer las cosas entre dos, como tirar adelante con las crías, y la practican animales de todas las clases. De entre los mamíferos no humanos, tan solo entre el 3 y el 5% de las 5.000 especies conocidas son monógamas, entre ellas, nutrias, castores y lobos.
Los topillos de la pradera son roedores monógamos que permanecen con la misma pareja toda su vida. Un equipo internacional de científicos ha analizado las conexiones que se producen en las áreas de recompensa de su cerebro para entender cómo se crea este vínculo.
El topillo de la pradera, que se lo toma muy en serio: los machos de este pequeño roedor se quedan para siempre con la primera hembra con la que se aparean, y no permite que otro topillo se acerca a ella. Entre los primates, el porcentaje de monógamos se incrementa hasta el 15%. Y si nos referimos a los de la especie Homo sapiens, lo máximo que podríamos decir, citando al biólogo y filósofo chileno Humberto Maturana, es que somos “moderadamente polígamos”, o como lo califican otros expertos, “monógamos en serie”.
Entre los animales más fieles, los castores puede dar su vida por su pareja. ... Esto hace parte de la naturaleza de los castores, porque el macho y la hembra trabajan por igual por mantener sus diques y al mismo tiempo cuidar de los hijos.
En las aves la ratio de monogamia alcanza tasas de hasta el 90%. Pero hay que distinguir entre la monogamia social y la sexual. La primera comporta colaborar en la crianza de la prole, pero sin exclusivismo sexual, estilo comuna hippie. La segunda conlleva el pack completo. Algunas especies, como la lechuza cuya monogamia es largamente conocida, todavía son capaces de sorprender a los científicos. Investigadores de la Universidad de Lausana, en Suiza, descubrieron no hace mucho que en realidad el 40% de las parejas que establecen estas preciosas rapaces nocturnas acaban en “divorcio”. Eso sucede cuando la reproducción no es exitosa, ya sea por una puesta escasa o por la alta mortalidad de los pollos. En esos casos uno de los dos miembros de la pareja deja el nido y emprende el vuelo hacia el próximo encuentro con otra pareja.
Clásico es el caso de las palomas, estrictamente monógamas y fieles para toda la vida. El macho tarda mucho tiempo en elegir su pareja, cortejándola largamente. ... En cambio, si macho y hembra tienen tamaño y aspecto similares, la relación entre los dos sexos es, la mayoría de las veces, de tipo monógamo. Siempre van en pareja a todas partes, si el gaseo de su CCAA. se lo permie.
Los albatros se emparejan de por vida (pero no practican la monogamia). Cuando un albatro alcanza entre 6 y 10 años de edad, por lo general comienza a buscar pareja. Casi todas las parejas se aparean entre sí hasta que una de las partes muere, formando uniones que pueden durar 50 años o más.
FUENTE: JOEL SARTORE
NATIONAL GEOGRAPHIC/AGOSTO 2019
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